El ron es un elemento íntimamente ligado a la identidad del cubano. Si quieres conocer cómo se hace el ron cubano, estás en el lugar indicado. En definitiva, más allá de las fronteras de la Isla nuestro ron es considerado uno de los mejores a nivel mundial.
Muchos definen como única la experiencia de degustar un buen ron puro. Y para los que prefieren tomarlo mezclado, existe una amplia gama de cocteles que se preparan con ron cubano.
¿A qué se debe tal excelencia? Son los ingredientes únicos que la naturaleza de esta tierra nos ha proporcionado. Es su gente, guiada por su pasión hacia esta tradición cubana: desde los cosechadores de la exquisita caña de azúcar hasta el Maestro Ronero. Y, por último, es el tiempo el que le permite al ron añejarse y enriquecerse.
Historia del ron cubano

La historia de Cuba y la del ron van de la mano. Como de seguro ya conoces, el ron deriva de la caña de azúcar. Curiosamente, esta planta no crecía de forma silvestre en la región. Entonces te preguntarás… ¿cómo llegó este producto a la Isla?
El almirante Cristóbal Colón trajo en su segundo viaje a Cuba las raíces de la caña de azúcar procedentes de islas Canarias. ¡Lo que fue y continúa siendo un éxito! Las raíces prendieron en la virgen y fértil tierra cubana, donde encontraron un microclima ideal para crecer.
Se dice que para el siglo XVI los esclavos negros que llegaron a la Isla solían beber el jugo extraído de la caña de azúcar (guarapo), que una vez fermentado, daba origen a un licor fuerte.
El líquido se obtenía a través de rudimentarios aparatos, pero más tarde se utilizó el trapiche en ingenios y centrales. El guarapo se transformó en alcoholes y de ellos surgió el aguardiente.
No fue sino hasta 1862 que surge el ron ligero en Santiago de Cuba. Este -a diferencia del aguardiente tradicional- incluye en su procesamiento la depuración de los componentes, lleva un doble envejecimiento y se mezcla con otros destiladores pertinentes.
El ron ligero cubano tiene una apariencia brillante. Es suave al paladar, delicado, aromático y equilibrado. Año tras año se vuelve más complejo como resultado del añejamiento natural.
Su éxito permitió ampliar su fabricación por lo que surgieron diversas destilerías por todo el país.
El ron ligero cubano según su región
En Cuba existen tres regiones que se caracterizan por la excelencia en la fabricación del ron. Cada una aporta un toque distintivo a las marcas de rones que produce.
Puede ser por su manera de fabricarlo o por las particularidades de la caña de azúcar que crece en su región, pero hacen de sus ejemplares rones únicos. ¿De qué regiones te hablamos?
Región occidental
Cuenta con una de las más antiguas destilerías de alcoholes, aguardientes y rones de Cuba: la Ronera de Cárdenas, ubicada en la ciudad de Matanzas. Fue precisamente allí donde se produjo por primera vez el popular ron Havana Club.
Se elaboran, además, los rones de la marca Perla del Norte, el aguardiente Sao Can y los licores de la prestigiosa Cubay.
En la ciudad de Mayabeque se encuentra la Ronera de Santa Cruz donde se fabrican los rones blancos y oros de la marca Havana Club.
Desde hace más de una década, la Ronera de Santa Cruz en Artemisa, ve nacer cada día los rones añejos de la marca Havana Club, especialmente el Havana Club Añejo 7 Años, símbolo de la marca.
Por otro lado, rones como El Valle y Arecha se originan en la Ronera de Vuelta Abajo, en el extremo más occidental de la Isla, la ciudad de Pinar del Río.
Región central
Esta región posee las destilerías El Infierno y San Lino, situadas en las provincias de Villa Clara y Cienfuegos. En la Ronera Central se confeccionan los rones Cubay, marca que enaltece la típica expresión del sabor del centro de la Isla.
Región oriental
¡La cuna del ron ligero cubano! Las antiguas fábricas Bacardí y Matusalén, dispuestas en Santiago de Cuba, son las más viejas del país. Las naves Don Arturo y Don Pancho -esta última conocida como la Catedral del Ron- mantienen en uso barriles de roble blanco americano de más de 90 años.
Allí se fabrican las prestigiosas marcas Santiago de Cuba, Isla del Tesoro y Siglo y ½.
Muchos de nuestros rones se distinguen nacional e internacionalmente por ostentar la Denominación de Origen Protegida Cuba (D.O.P). Esta categoría está respaldada por los elevados estándares de calidad con los que se trabaja en sus destilerías.
Tal reconocimiento les ha servido para galardonarse con diferentes premios alrededor del mundo.
¿Qué tiene de especial el ron cubano?

Pero ¿qué hace que nuestros rones sean tan especiales? Existen cuatro pilares que garantizan la excepcional calidad de nuestros rones :
1. Ingredientes autóctonos
En primer lugar, el uso exclusivo de ingredientes autóctonos de la Isla. ¿Qué ingredientes intervienen en el proceso de elaboración del ron cubano?:
La natural caña de azúcar cubana
Cuando se produce el ron, la calidad de la caña de azúcar es fundamental, pues de ella dependerá el resultado final. La nuestra posee características específicas que le conceden un reconocimiento a nivel mundial.
A pesar de utilizar las mismas técnicas, con una caña de azúcar de distinto origen se obtiene un resultado diferente.
El clima y suelos únicos de Cuba son cruciales en la formación de las características claves de esta materia prima y del sabor de los rones que de ella se derivan. ¡De ahí lo auténtico de nuestros ejemplares!
Una vez cosechada la caña, se produce el azúcar de la cual se consigue una miel oscura y muy dulce. Al prensar los tallos de caña de azúcar se logra el jugo de la caña (guarapo) y luego este se calienta para separar los cristales de azúcar.
La miel cubana o melaza, como también se le conoce, se distingue del resto, pues posee un porcentaje de azúcar muy elevado (52-54 %) y se conserva por más tiempo (3-4 años).
El agua natural
El agua natural y cristalina es otro de los ingredientes que distingue la producción del ron cubano. Por ejemplo, la destilería de San José de las Lajas, ubicada en la provincia de Artemisa, cuenta con un impresionante manantial subterráneo situado justo debajo.
Gracias a la filtración natural a través de las capas de arena y grava, el agua del lugar es de una excepcional calidad.
La emblemática levadura
La caña de azúcar y el agua se mezclan con un tercer ingrediente: una levadura única de nosotros. La levadura es un organismo 100 % natural y vivo que debe ser tratado con mucho cuidado.
Mantenerla sana e inalterada permite un aguardiente, y por lo tanto un ron, de estilo característico e invariable.
2. Nuestro aguardiente
El segundo pilar que distingue la calidad del ron cubano es nuestro aguardiente. Los tres ingredientes que antes te mencionamos, en especial la selección de las mejores mieles de caña de azúcar, garantizan la producción, fermentación y cuidadosa destilación del aguardiente.
3. Sistema de bases añejas
Pero gracias al sistema dinámico único de bases añejas para crear rones, el tercer aspecto, se puede obtener una gran variedad de sabores a partir de un mismo aguardiente.
Este se caracteriza por tener varias técnicas, en dependencia del ejemplar se emplea una u otra. De manera general, mediante este método se envejecen los rones en barricas de roble hasta obtener la madurez diseñada por los Maestros Roneros.
4. Maestros Roneros
Y precisamente el papel que desempeñan los Maestros Roneros, constituye el cuarto factor que convierte a nuestros rones en productos tan brillantes.
¿Quiénes son los Maestros Roneros en Cuba?
«En el ron cubano no hay secreto alguno en su fabricación, su calidad no se debe a una fórmula bien guardada en caja fuerte, sino solamente a una cultura heredada y transmitida de generación en generación, de cubano a cubano, de corazón a corazón»
José Pablo Navarro
Primer Maestro del Ron CubanoEn la fabricación del ron ligero cubano tiene un papel preponderante los Maestros del Ron Cubano. Estos profesionales son portadores de conocimientos y técnicas en los que se combinan ciencia, tradición y sensibilidad.
Velan cada etapa del proceso de elaboración hasta llegar a la mezcla final, que se realiza con toda la creatividad que nace de su identidad, cultura y mestizaje. De esta forma, convierten a cada ron en un exquisito producto, reconocido como único en el mundo.
Por todas estas razones se declaró en el 2016 Patrimonio Cultural de la Nación a los saberes de nuestros maestros, así como a los espacios fabriles en los que ocurre el proceso de transmisión de dichos conocimientos.
Todo esto en aras de garantizar la sostenibilidad y visibilidad de una expresión de la identidad nacional.
¿Cómo se hace el ron cubano?

Ya te hemos hablado sobre los elementos fundamentales que dan vida a esta preciada bebida. Pero ¿cómo se obtiene el ron?
El proceso de elaboración no es sencillo y necesita de mucho amor y cuidados. Te proponemos un resumen de este asunto en los siguientes pasos:
1. Obtener la melaza
Del jugo que se extrae de la caña de azúcar se logra una sustancia viscosa de color ámbar, llamada melaza.
Esta se diluye con agua y se somete a un proceso de fermentación. Es aquí donde actúa la levadura, que ataca los azúcares transformándolos en alcohol.
2. Destilar la melaza
Finalizada la fermentación, se destilan las melazas de forma tradicional, lo que permite purificar los alcoholes y aguardientes.
3. Añejar
Estas sustancias ya purificadas son envejecidas en barriles de roble blanco, colocados a conveniencia según la altura, ventilación y vibraciones que reinan en las naves de añejamiento.
Los barriles debieron alojar antes alguna otra bebida espirituosa en su interior, quizás algún whisky, brandy o coñac.
El aguardiente pasa por, al menos, dos etapas de añejamiento. Al terminar la primera, se purifica y se extrae todo lo bueno que se obtenga como resultado del tiempo en reposo. De aquí se seleccionan bases que regresan a las barricas para pasar por otra etapa de envejecimiento.
4. Blending
Llega el momento mágico de las mezclas: el blending. Los Maestros Roneros guiados por sus finos sentidos del gusto y del olfato hacen uso de todo su talento.
Degustando aquí, oliendo allá, mezclan aguardientes de distintas edades y tipos para componer la mezcla perfecta que logre el producto deseado.
5. Reposar
Es el momento del retorno a las barricas, donde el tiempo y el clima cubano actuará por sí solo. Durante el reposo, el ron envejece al compás de los años, se transforma y se enriquece. El roble de las barricas cubanas usadas le transmite al espirituoso su aroma y un ligero dorado.
6. Filtrar
El ron envejece durante años según el tipo y la calidad que se desee obtener. Al final del añejamiento, se filtra nuevamente y está listo para beber.
Palabras finales
Muchos turistas llegan a Cuba con la intención de llevarse lo mejor de la historia y la identidad de este pueblo. Un símbolo de cubanía, cuyo prestigio se conoce en todo el mundo, es el ron cubano con sus variadas marcas.
Pero la mejor manera de adentrarse en los largos procesos de fermentación, filtración, añejamiento y mezclas que constituyen la fabricación de este ron, es a través de sus museos.
Los museos del ron de Santiago de Cuba y de La Habana son templos que rinden culto a esta emblemática bebida cubana de sabor inigualable. ¡Ya sabes! Si te llegas a la Isla y eres tan amante como los nativos de este licor, te debes esa visita.
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