Un clima tropical como el de esta isla caribeña es el aliado perfecto para que las frutas cubanas tengan un sabor inconfundible. Al natural, en jugos, en dulces… la versatilidad de la cocina cubana llega hasta las frutas.
Si nunca has probado las frutas de Cuba, desde ya te advertimos que te harán sucumbir ante sus encantos. Y a pesar de que muchas de ellas no son autóctonas de nuestra tierra, aquí adquieren un matiz típico y único.
Amén de frutas tropicales como el mango o la piña, hay otras frutas en Cuba que quizás ni siquiera conoces. Por eso te invitamos desde Cubago a adentrarnos en el rico y colorido mundo de las frutas cubanas. ¡Acompáñanos!
14 frutas típicas cubanas
1. Mango, la fruta estrella de Cuba

La existencia del mango se reconoce desde hace miles de años. De hecho, se han encontrado referencias sobre esta fruta en las Sagradas Escrituras en sánscrito, en las leyendas y en el folklore hindú de hace dos mil años; donde se le atribuía propiedades sagradas y mágicas para la fertilidad y unión familiar.
Se presume que es originario del noroeste de la India y el norte de Burma. Pero ¿cómo llegó hasta Cuba? Algunos autores afirman que el mango fue llevado a Cuba por el comerciante inglés Felipe Atwood a finales del siglo XVIII y que la primera planta se puso en la estancia habanera de José de Santa Cruz, donde hoy se encuentra la calle Galiano. ¡Te podrás imaginar que sus primeros frutos se vendieron como oro!
A partir de aquí la dispersión del mango por toda la isla es otra historia. No es de dudar que la deliciosa fruta se quisiera sembrar y consumir de manera frenética por los habitantes.
Y a pesar de que la primera semilla fue sembrada en La Habana, los habitantes de Santiago de Cuba presumen de que en sus tierras se dan los mejores mangos de Cuba.
Quizás se debe al son cubano Frutas del Caney, compuesto por Félix B. Caignet y popularizado por el Trío Matamoros, una suerte pregón donde se describe la zona próxima a Santiago, El Caney, como el paraíso de las frutas. ¿Será verdad? ¡Llégate a la tierra caliente y compruébalo!
El mago es una de las principales frutas tropicales cubanas por ser pulposa, dulce, refrescante y de exquisito sabor. Puede ser consumido de diversas formas, ¡y la verdad que a los cubanos nos da igual una que otra, el mango siempre es bien recibido! Si vienes de visita, lo podrás comer cortado en trozos, en dulce o tomarlo en un frío jugo o batido.
El mango tiene excelentes propiedades nutricionales. Es rico en vitaminas, principalmente la A y C, y en ácidos como el málico y mirístico, lo que hacen del mango un excelente antioxidante.
Época de consumo: Entre abril y junio
Nota de la editora: En Cuba somos muy ingeniosos con el lenguaje y las frutas no han brindado más de una frase coloquial.
– Coger mangos bajitos: Lograr una persona algo fácilmente y sin mucho esfuerzo.
– ¡Le ronca el mango!: Se usa para referirse a alguien que ha planteado algo insólito o inaudito, para expresar sorpresa o desaprobación.
– Mango: Persona muy atractiva.
2. Mamey, la hora de los mameyes

El mamey colorado, también conocido como zapote, es de origen prehispánico, por ello se dificulta determinar su procedencia exacta. No obstante, se piensa que es oriundo del sur de México y del norte de Nicaragua.
A pesar de no ser autóctono de Cuba, el mamey se considera dentro de las frutas cubanas por ser muy consumido y gustado en la Isla. Su exterior (una corteza dura y carmelita) no le hace favor al exquisito sabor de su masa interior. ¡No te dejes impresionar! Cuando lo pruebes vas a quedar seducido.
El sabor del mamey es dulce y su pulpa, de color naranja tirando a rojizo, es exquisita. Se suele consumir solo o en ensaladas de frutas. Pero un sí o sí que debes probar en Cuba —o intentar hacer en tu país— es el batido de mamey, ¡una delicia, con todas sus letras! En el verano cubano no hay nada más refrescante que tomarse un rico batido de mamey para soportar el intenso sol caribeño.
Entre las propiedades nutricionales del mamey destacan poseer hierro, fósforo, vitamina B6, vitamina C y disponer de antioxidantes que favorecen el sistema inmunológico.
Época de consumo: abril, mayo y junio
Nota de la editora: ¿Sabes qué significa «a la hora de los mameyes»? ¡Cualquier cubano sí! Es una frase muy popular en la Isla que data de hace más de 250 años y que significa «a la hora de la verdad», «en el momento decisivo» o «a la hora de actuar».
3. Chirimoya, el manjar blanco

Al parecer, la chirimoya es originaria de los Andes peruanos y de las montañas ecuatorianas. Y aunque su origen no se localice en este país, lo cierto es que la chirimoya es una de las grandes favoritas dentro de la lista de frutas exóticas cubanas.
Cuando está bien formada la chirimoya cubana tiene forma de corazón, una apariencia que incita a probarla. Y, te aseguramos, que te conquistará con la dulzura, suavidad y jugosidad de su pulpa.
¿Cómo se come la chirimoya? La mejor forma de comer la chirimoya cubana es al natural. Puedes partirla por la mitad y degustar su pulpa con una cuchara, pero ¡cuidado con las semillas! Por otra parte, el sabor suave de la chirimoya es el mejor aliado para postres, helados y bebidas. Así que no te vas a sorprender si la degustas en cualquiera de estas modalidades.
Se trata de uno de los alimentos más nutritivos del mundo. Ello se debe al elevado contenido de ácidos y azúcares que posee, además de que contiene un alto índice de calcio, hierro y potasio y vitaminas de los grupos C y B.
Entre sus principales beneficios se encuentra tener efecto regulador del nivel de glucosa en sangre, por lo que es ideal en planes de adelgazamiento. También se aconseja a personas con hipertensión arterial o alteraciones cardíacas debido a su bajo aporte en sodio, riqueza en potasio y poca grasa.
4. Guanábana, el manjar de los dioses

La guanábana es una de las frutas cubanas más codiciadas. Aunque se desconoce el origen exacto de la guanábana, se suele indicar que es oriunda de Sudamérica; otros lo sitúan en Perú. Sea como sea, llegó hasta Cuba y aquí fue de lo más bien acogida.
Tiene cierto parecido a la chirimoya. Su aspecto exterior es de color verde oscuro y espinoso, pero en su interior se conserva una pulpa blanca, fibrosa, ligeramente ácida y muy aromática, algo similar a la piña.
¡La versatilidad de esta fruta cubana es increíble! Tanto es así que se puede consumir de manera natural, en helados, jugos o en la conocidísima champola, una de las bebidas cubanas que más se agradece en el eterno verano de la Isla.
La champola de guanábana es tan exquisita que, incluso, hizo sucumbir al placer de su disfrute a Federico García Lorca cuando visitó La Habana en 1930, según cuentan investigadores del famoso poeta español. Apuntan que al probarla Lorca exclamó:
«No hay refresco en todo el mundo que tenga nombre más eufónico, musical y altisonante, ni que sepa mejor».
Federico García Lorca
¿Te pasará lo mismo? Solo tienes que visitarnos y lo sabrás.
Además de su delicioso sabor, las propiedades de la guanábana cubana la convierten en un excelente antioxidante. Contiene vitamina C, vitaminas B1, B2, B3, B5, B6, hierro, magnesio y potasio. Algunos expertos afirman, incluso, que el consumo de guanábana ayuda a la prevención del cáncer gracias a la concentración de acetogeninas que posee.
5. Ciruela, los mejores sabores vienen en frutas pequeñas

Las ciruelas son originarias del Cáucaso, Anatolia (Turquía) y Persia (Irán), y llegaron al continente americano a través de la colonización española. La ciruela cubana es pequeña, de forma circular y su cáscara puede ser amarilla o roja.
Se suele consumir de manera natural y se aprovecha incluso la cáscara, menos la semilla interna. Pero, ¡ojo!, antes de consumirlas debes lavarlas bien. Además, también sirve para preparar jugos muy sabrosos y refrescantes.
Las ciruelas son ricas en vitaminas, en especial, la vitamina E, que tiene un gran valor antioxidante y es una aliada contra el envejecimiento. Posee también vitamina A y, en menor medida, vitamina C.
Si estás de camino por las calles cubanas y quieres comprar ciruelas, solo debes presionar la pulpa con suavidad y observar que se hunda ligeramente, de esta forma, sabrás que está madura. En cambio, si las compras verdes, debes dejarlas unos días a temperatura ambiente para que logren madurarse.
6. Mamoncillo, el preferido de los niños

Para los niños cubanos la época de mamoncillos se espera con ansias. Los carretilleros solían recorrer los barrios vendiendo los deliciosos mamoncillos. Y los cubanos no perdíamos la oportunidad para comprar uno o dos racimos de esta fruta.
Nota de la editora: Carretillero se le dice en Cuba a los vendedores ambulantes que hacen uso de una carretilla para comercializar productos, por lo general, frutas o viandas.
Y aunque el mamoncillo no es una fruta originaria de Cuba, sino de las regiones de Colombia y Venezuela, lo sentimos muy nuestro por ser, entre las frutas cubanas, una de las más gustadas.
En su exterior está cubierto por una cáscara dura de color verde, que no se come. En su interior te espera una jugosa masa de color naranja. ¿Cómo se consume el mamoncillo? Debes partir la cáscara con los dientes (no te preocupes, se rompe fácilmente), luego chupas la masa interior hasta llegar a la semilla y, finalmente, botas dicha semilla.
¿Te parece incómodo? Quizás la primera vez que lo hagas sí, pero luego de que aprendas, te encantará. Además, el mamoncillo cubano es un fruto con alto valor nutritivo y bastante alimenticio gracias a que posee vitaminas A y C, así como aminoácidos, minerales, ácidos grasos insaturados, calcio, fósforo, hierro, entre otros.
Época de consumir: Temporadas secas o en verano
7. Piña, la reina de las frutas cubanas

Una de las frutas tropicales por excelencia es la piña. La denominación «la reina de las frutas» no solo deviene de sus características hojas superiores que asemejan una corona, sino también porque en la gastronomía cubana —y hasta mundial— la piña es la principal aliada para la preparación de cocteles, ensaladas y postres.
Se dice que la piña es originaria de Sudamérica. En Cuba quien mantiene el reinado de la piña es la provincia de Ciego de Ávila. Pero, no te preocupes, podrás degustar esta fruta en cualquier otra región del país.
Y hablando de degustación, la piña se puede consumir sola en rodajas, pero en Cuba también se utiliza en varios postres, en las ensaladas frías y en las pizzas. Seguramente, has probado una piña colada, ¿verdad? Pues imagina tomarte este refrescante cóctel en alguna de las mejores playas cubanas. También en la Mayor de las Antillas podrás disfrutar de la famosa garapiña, una refrescante bebida elaborada con la cáscara de esta fruta.
Además de deliciosa y apetecible en cualquier época del año, la piña es muy buena para el organismo. Aporta vitaminas C, A, E y B, y también posee un alto contenido en minerales. Suele ser una buena aliada en dietas de control de peso por su bajo contenido en calorías. En adición, la presencia de potasio en ella hace que posea propiedades diuréticas y depurativas.
Época de consumo: De noviembre a marzo
8. Frutabomba o papaya, la fruta de los ángeles

Aunque es originaria de Centroamérica, la frutabomba se cultiva con facilidad en toda Cuba. Es una de las más apreciadas en nuestro país no solo por su sabroso sabor, sino también porque es una caja de sorpresas de valores nutricionales. Y, por supuesto, debíamos incluirla dentro de este listado de frutas cubanas.
Cuando está madura su color es naranja por fuera y por dentro; cuando no lo está, es verde por fuera y blanco por dentro. En su interior se encuentran múltiples semillas pequeñas, negras y redondas.
¿Sabes por qué se le dice «fruta de los ángeles»? Se debe al mismísimo Cristóbal Colón, que la denominó de esta forma. Así que su nombre no te detenga para probar esta fruta en cualquiera de sus modalidades. Dicho esto, podrás consumirla de manera natural, en coctel de frutas, en jugos, batidos y, en uno de los postres cubanos más exquisitos, el dulce de frutabomba en almíbar.
La frutabomba cubana es rica en azúcares, fibra, minerales, vitaminas B, C y A, estas dos últimas la dotan de propiedades antioxidantes. Además, posee papaína, una enzima que favorece la digestión.
9. Guayaba, la prodigiosa

La guayaba es una fruta autóctona de América Central, pero también se cultiva en muchos países tropicales, entre ellos, Cuba. Y, ciertamente, la guayaba es una de las frutas tropicales cubanas más codiciadas.
La fruta es de forma redonda y puede medir entre 3 y 10 cm de diámetro. Su color exterior de es de un verde pálido o amarillo (cuando está muy madura); su interior de un rosa tirando a blanco, con semillas pequeñas.
Para consumirla de manera natural se puede pelar la cáscara o no. En Cuba es muy frecuente que se prepare en batidos o jugos, pero, nuestra especialidad es preparar los deliciosos casquitos de guayaba o la mermelada acompañada con queso. Incluso se comercializa en barras de guayaba, ¡toda una delicia!
Nota de la editora: En Cuba denominamos pan con timba a una suerte de sándwich al que se le incluye un trozo de guayaba en barra y un pedazo de queso.
Además, tenemos una variedad más pequeña que se llama «guayabita del pinar» y que es utilizada para uno de los mejores rones cubanos: el ron Guayabita del Pinar. Las botellas de este ron contienen en su interior una o dos de estas guayabitas, que le aportan un sabor dulce y agradable.
Es muy rica en vitaminas, sobre todo, en vitamina C, ¡que posee, incluso, 7 veces más que la naranja! Además, tiene propiedades antioxidantes, analgésicas, astringentes y antisépticas.
Época de consumo: De marzo a abril y de agosto a octubre
10. Caimito, una fruta exótica

El caimito es una de las más exóticas frutas que se dan en Cuba, aunque no es originario de esta isla. En su exterior es de color morado o verde y tiene un tamaño similar al de una manzana. Por dentro posee una dulce, gomosa y refrescante pulpa, además de varias semillas.
Realmente, no todos los cubanos la han probado, ya que, a diferencia de otras frutas cubanas, no suele estar muy disponible. Aun así, si viajas a la isla entre febrero y marzo, puede que te pongas de suerte y te encuentres este exótico fruto.
Se puede consumir de forma natural, en postres o en batidos y jugos. Se lava bien y se le quitan la cáscara y la semilla. El caimito posee vitaminas A, C, B, niacina y algunos minerales como el calcio, hierro y fósforo. Se recomienda en dietas para adelgazar y su consumo favorece la protección contra el cáncer, las enfermedades cardíacas, la diabetes y la hipertensión arterial.
Época de consumo: De febrero a mayo
11. Anón, la prima de la chirimoya

Aunque suelen confundirse por su semejanza exterior, recubierta de escamas, el anón y la chirimoya son dos frutas diferentes. En su interior, la pulpa es de color blanco y de un agradable sabor y olor. Además, tiene pequeñas semillas internas.
El anón es nativo de zonas tropicales y subtropicales de América y también de las Antillas, dentro de ella, nuestra isla. ¿Cómo lo consumimos en Cuba? Por lo general, se come de forma natural. Para ello se rompe el exterior y se degusta la masa interior. Una vez dentro de la boca, se desechan las semillas. Sí, sabemos que puede parecer un poco incómodo, pero te aseguramos que por su rico sabor vale la pena.
El anón es rico en proteínas, fibra, calcio, potasio, fósforo, carbohidratos y vitamina C. Gracias a las altas cantidades de vitaminas, minerales y antioxidantes que posee, el consumo de esta fruta protege el sistema cardiovascular y ofrece defensas contra el cáncer.
12. Maracuyá, la fruta de la pasión

El maracuyá es de origen americano, específicamente, originario de la región central y sur de América. Sin embargo, es una de las frutas en Cuba que más gustan. A diferencia de otras frutas cubanas, el maracuyá no suele consumirse de forma natural. Por el contrario, un jugo de maracuyá es uno de los mejores que podrás probar en esta isla.
Tiene dos variedades, la morada y la amarilla, pero es esta última la típica en Cuba. En su exterior tiene una capa gruesa que no es comestible. En su interior, contiene una pulpa amarilla con gran cantidad de semillas negras. Su sabor es agridulce, ¡una combinación perfecta!
¿Sabes por qué se le llama «la fruta de la pasión»? Resulta que fueron los colonizadores quienes le otorgaron este nombre por ser el fruto de una planta a la que denominaron «pasionaria», comparando cada uno de los elementos presentes en la flor con las herramientas que se utilizaron en la crucifixión de Jesús. En realidad, nombraron de esta forma la versión morada del maracuyá, que no es la que se encuentra en Cuba.
Esta fruta posee vitaminas A, B y C, carbohidratos, minerales y proteínas, que le atribuyen propiedades antiespasmódicas, vasodilatadoras y antioxidantes.
13. Níspero, una fruta casi desaparecida

No es endémico de Cuba, pero sí se da muy bien en estas tierras. Tiene cierta semejanza con el mamey. Es difícil encontrarlo con frecuencia en Cuba en estos tiempos.
Por lo general, se consume de manera natural. Se corta por la mitad y se extrae la masa con una cuchara. Su carne es aromática, dulce y algo ácida. Es rico en magnesio, calcio y potasio y posee alto contenido en vitamina A, B2 y C, con lo cual aporta grandes beneficios al organismo.
14. Canistel, el fruto corazón

El origen del canistel se ubica, principalmente, en México. En Cuba suele cultivarse sobre todo en Pinar del Río. La forma del fruto puede ser muy variable: desde redondo hasta ovalado.
En su exterior la piel es de color amarillo limón o pálido, incluso, naranja, y la pulpa es amarilla, firme y harinosa. A diferencia de otras frutas de Cuba, su pulpa no es jugosa. Por eso no suele ser muy gustosa para algunos. Se puede consumir directamente o en jugos.
Son ricos en ácido nicotínico y caroteno (provitamina A) y tienen un buen nivel de ácido ascórbico. Su consumo reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y fortalece el sistema inmunológico.
Época de consumir: De octubre a febrero
Palabras finales
Después de conocer todas las propiedades nutritivas de las frutas de Cuba, seguramente querrás incluirlas en tu dieta, ¿verdad? Recuerda que en esta isla hacemos malabares con las frutas, lo mismo nos las comemos de manera natural que en un dulce, en un jugo o en un batido.
¡Tú también puedes ser parte de esta fiesta de sabores y deleites! Solo necesitas visitarnos y llevarte el sabor de las frutas cubanas en tu memoria.
¿Conocías estas frutas cubanas? ¿Has probado algunas? ¿Sugieres otras? ¡Nos encanta leerte en los comentarios!
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